Después del Concilio Vaticano II, el mandato de recitar esta oración al finalizar la misa fue revocado pero se puede continuar con esta praxis a forma de devoción. Jesús amantísimo, que prometisteis bendecir las casas donde se venera la imagen de vuestro Sagrado Corazón, yo quiero que ella presida https://ricardoqsojh.timeblog.net/63827686/todo-acerca-de-oraciones-exclamativas